Prensa Comité Olímpico Venezolano -14 de julio de 2025. por Aloys Marín.- Rafael Flores completó el sueño de titularse en su séptimo Campeonato Mundial de Softbol.
“Creo que es una de las mejores experiencias que he tenido después del subcampeonato mundial (2013) precisamente ante Nueva Zelanda. Creo que todavía no somos capaces de asimilar qué fue lo que pasó. Aún estamos como incrédulos. Obviamente tenemos muchos años luchando por esto. Imagínate, yo tengo 20 años luchando para ser campeón mundial y se me dio en un momento inesperado, porque para nadie es un secreto que hay muchos muchachos nuevos que no habían jugado ni siquiera un clasificatorio centroamericano por ejemplo y llegan al mundial donde están los mejores ocho equipos del mundo y hacen un excelente trabajo. La preparación que se hizo, tanto en el gimnasio como en el campo fue clave para todo lo que pasó”, expresó el receptor zuliano quien se erigió en el tercer mejor toletero del equipo con promedio de .357, producto de cinco hits en 14 turnos.

Flores aportó un cuadrangular, dos empujadas y dos anotadas para apuntalar su elección al equipo ideal del torneo como catcher: “Imagínate que la mayoría de las carreras las generamos entre los últimos bates. Por allí en el momento en que vi los números, estábamos séptimo, octavo y noveno (toleteros de la alineación) bateando como 400 y algo, que bueno normalmente, casi nunca pasa en un equipo. La parte gruesa del lineup estuvo un poco fría. Imagino que les pichaban más difícil que a nosotros. La verdad es que la ofensiva se combinó. Lo bueno de este equipo es que tuvo un héroe cada día. Un día fue uno, un día fue otro. Prácticamente la final la ganaron los dos muchachos nuevos, la nueva inclusión del equipo Kleiver (Rodríguez) y José Flores”.

Flores además de dirigir el pitcheo nacional, lideró el torneo en outs (64) y de los cuatro corredores que le intentaron estafar una almohadilla, retiró a tres: “Cuando llegué aquí, estaba Ramón López (manager actual). Tenía compañeros de equipo que ahora como yo, tenían muchos años en el equipo y no era necesario que me pasaran señas desde el dogout. Se me hizo más fácil aprender del juego y saber todo lo que ahora sé. Igual ahora, pensaba que los conozco. Jugamos en Estados Unidos y Canadá conmigo y en contra. Han sido mis compañeros por tantos años también en equipos de México y de República Dominicana. Y el pitcher sabe que mientras yo esté detrás del plato va a tener mucha más confianza. Ya Maiker (Pimentel) y yo hemos jugado juntos en Estados Unidos y en Canadá en los torneos más grandes que hay. Ya no es necesario vernos mucho y hacer tantas señas para saber qué es lo que vamos a lanzarle a cada bateador. El trabajo en la final de (Eudomar) Toyo fue excelente. El de (Luis) Colombo en su momento, también”.

Flores con 42 años y tres meses, fue el jugador de mayor edad en el evento. Y el único en activo de la final de 2013 ante Nueva Zelanda: “Ya lo veremos en el camino. Quiero jugar los Juegos Centroamericanos (y del caribe Santo Domingo 2026), porque dije, que si me iba a retirar, me iba a retirar como empecé, como campeón centroamericano o campeón panamericano y voy a tener la oportunidad de jugar esos dos torneos, y de allí, decidiré si sigo acompañando de otra manera”.
Por los momentos, el inmediato reto del equipo nacional serán los juegos Mundiales de Chengdú, China: “El compromiso es mucho más grande, imagínate. Ahora no es llegar como campeón mundial sino mantenerte como lo que eres. Esperemos que los muchachos pasen la página y se concentren. No en “ya soy campeón mundial y puedo hacer lo que yo quiera”. Ya de verdad hay que mantener el nivel. Sería perfecto terminar este trabajo que se vino haciendo por tres meses, terminarlo con broche de oro por los Juegos Mundiales”, despidió la conexión Flores con su habitual acento marabino.